Antes de ser madre...
- Antes quizá eran las luces en las calles las que te indicaban que ya había llegado.
- Antes quizá era el toparte con una montaña de mantecados a granel en el súper.
- Antes quizá era el tener que pensar en dónde ibas a pasar las vacaciones (qué bonito eso de "vacaciones").
- Antes... Eso era antes.
Ahora que eres madre sabes que es Navidad por otros motivos.
- Ahora lo sabes porque de pronto tu hijo empieza a decir cosas raras, palabros en idiomas desconocidos y extraños: ¡Quiero a Jerome de Super Wings! What? ¿Me lo repite, porfa? ¿Quéseso?
- Ahora lo sabes porque ni vacaciones ni vacacionas, lo que tienes que cuadrar es a ver qué carajo haces con tu retoño que tiene como dos mil días de vacaciones (y tú no, claro).
- Ahora lo sabes porque la primera frase que escuchas por la mañana no es "Buenos días" sino "¿Hoy viene ya Papá Noel?"
- Ahora lo sabes porque no es tu turrón favorito lo que buscas desesperada en el súper, sino el juguete que ha pedido tu hijo... tu hijo y otros seis millones de niños y que se agotó el primer día que salió a la venta. (Suerte a todos, por cierto)
Pues eso, que...
Pero también lo sabes porque de pronto estas fechas que antes eran un poco pichí-pichá ahora en realidad molan.
También lo sabes porque una extraña ilusión (puro contagio) te invade.
También lo sabes porque no puede molar más la Navidad que cuando eres mami, y la (re)vives a través de la mirada de un peque.
Ains, toy tontorrona.
PD: En breve (más me vale darme prisa o no llego) anuncio una cosita molona y con espíritu navideño (joujoujou).
Besitos de madre fun fun fun.