Hoooola! A esta entrada tenía que haberla llamado la "entrada milagro", porque con la semana que llevamos en casa es, efectivamente, todo un acontecimiento el que haya podido sentarme y hacer el monguer escribir. Y es que si hay algo inherente a la paternidad/maternidad es la pérdida total del control sobre el tiempo de uno. Es acojonante.
Pues es que andaba yo reflexionando sobre esto de la falta de tiempo y su impacto a nivel parejil, y se me ha ocurrido que estaría bien hacer posts sobre las relaciones de pareja. Porque no todo va a ser sexo en esta vida, ejem, jarl, cof cof, guiño, guiño... Pues eso. Y hoy empiezo con...
Cuando nos convertimos en papis suele pasar que una de las áreas que dejamos un poco de lado (por aquello de que la vida da para lo que da) es la pareja (insisto, no hablo de temas de cama, hablo de relación amorosa, oh polluelos). Y eso es caca, porque si encima de que no dormimos un carajete, si comemos tarde y mal, si vamos de cabeza con todo, lo que no podemos es permitirnos el lujo de perder el soporte, el "casa", el equilibrio y refuerzo (a muchos niveles) que nos da la pareja. (Para aquellos que sean papis/mamis solteros/as este post como que no, pero ya haré otro para ellos/as, ¡no preocuparse, my friends!)
Es precisamente por este motivo, por el estrés y la carga que implica la paternidad y su impacto en la pareja, por el que NO DEBEMOS dejar abandonada a su suerte a nuestra pobre relación. Hombreeeee, que es frágil, que hay que mimarla, angelico. Aunque nuestra pareja vaya bien, sea sólida, nos queramos (incluso mucho), y esas cosas bonitas y no aptas para diabéticos, siempre conviene "echarle leña al fuego del amooooor" para "mantener viva la llamaaaaa, la la laaaaaa" (madre mía, ¡mira que es difícil hablar del amor sin caer rápidamente en modo Danielle Steel! Espero que no os den arcadas sabor caramelo).
Bueno, vamos a la enjundia: Hoy os propongo un reto, unos deberes sencillicos, un ay ay ay molón, un ejercicio para aumentar el primor parejil, aunque ya estemos bien...Porque, lo digo otra vez: ¡¡¡No hace falta estar mal para trabajar en nuestra relación!!! De hecho lo suyo es currárselo todos los días para evitar
Entonces qué, ¿os apuntáis? 7 días, una pareja, una mami psicóloga bloggera majara que os pide que hagáis cosas... tarantantantantatatarantán (melodía en plan Gran Hermano, por ejemplo).
¿Pero qué dices,
Hablo de dedicarle unos minutos de ná al día, amigos, ¡así que se puede!
(Chaqueta Metálica mode on)
Dicho esto, voy a explicar concretamente en qué consiste el asunto: Vamos a jugar al"PILLA-PILLA PAREJIL" (no me digáis que no os mola el nombre, que llevo dándole vueltas toda la mañana para que no fuera toffee semántico).
La receta es sencilla, tomad nota:
La receta es sencilla, tomad nota:
- Ingredientes: una pareja (con sus dos miembros, no vale que participe uno solo, ahora veréis por qué), dos papeles y dos bolis (si hay crisis podéis usar un mismo boli, venga, no pasa nada). O sea, nada que no tengamos todos en casa (tranquilos, esto no es Bricomanía).
- Instrucciones:
- Se trata de que durante una semana estéis ATENTOS para pillar (de ahí el nombre -guiño, guiño-) las cosas que haga vuestra pareja que os molen. Es hacer lo mismo de siempre pero fijándonos en cuáles de esas cosas que hace nuestro compi nos resultan agradables. Pueden ser detalles como que prepare zumo por las mañanas, su forma de cepillarse el pelo, el beso que nos da antes de salir de casa, que se acuerde de comprar el pan, o cómo le habla al peque cuando cree que no hay nadie delante... Esas cosas mundanas pero estupendas.
- Ojito: que sean cosas que presupongamos que el otro LAS TIENE QUE HACER no quita que nos resulten agradables. Ejemplo: imaginad que hemos pactado que él pone el lavavajillas, bien, pues que sea su "obligación" no quita que me resulte guay que lo haga. ¿Se pilla el concepto? Vamos, que no vale dar por sentado que como le toca hacerlo eso ya no tiene mérito (pensad que podría no hacerlo si no quisiera...).
- Cada día anotamos en nuestro papel (cada uno el suyo, y de manera secretita) AL MENOS UNA COSA que haya hecho el otro y que nos haya gustado. Pongo un mínimo, pero no un máximo, así que...
- Seguro, seguro, seguro, que en todo un día podemos encontrar algo que nos haya gustado, por pequeño que sea, ¿verdad?
- En caso de que no encontremos nada, que tó pué pasá, el mundo es grande y raro, podemos sugerirle cosas para el día siguiente, con amor y sin odio, pero sobre todo con amor... Porque si le dices algo del tipo "Pedazo de mamón, no he podido anotar nada porque das asco y no tienes nada que me guste" igual el muchacho decide no hacer nada al día siguiente o, de hacer algo, lo que hace es pedir el divorcio.
- Y al final del día, en dos minutos (no se tarda más), os sentáis (o de pie, o en postura de flamenco, a elegir por el usuario) y os váis diciendo, por turnos, lo que os ha gustado del otro en ese día.
- Importantísimo: tenéis que pactar que váis a hacerlo lo dos, porque está muy feo que llegue uno con su primor y su lista apuntada al detalle (hecha con rotus de colores, corazones y purpurina) y el otro lleve un Kleenex usado en la mano y no haya anotado ná. Así que antes de empezar la actividad aseguraos de que el otro está a tope también (lo mejor es que se lea el post y se deje de chorradas, hombre ya).
- Cómo hacerlo chupimente (esto es para nota):
- Mirando al otro a los ojos mientras le decimos lo que nos ha gustado
- Agradeciendo (como queráis y más os guste) las cosas que el otro nos dice (besito, caricia en la pierna, un "Ay-suspiro-guiño"...)
- No interrumpiendo mientras el otro habla (un poco de educación, niños)
- No poniendo "peros", como cuando te dicen: "Hoy estabas guapísima" y tú respondes "¿Sí? Pero si yo me veo asquerosa, gorda y sin gracia". Para decir eso ¡CÁLLATE!, que le quitas las ganas a uno de decirte ná. ;) Hay que aceptar ("comprar" lo llamo yo) los halagos del otro, sin peros, sin comentar... Escucha, compra y no pongas pegas.
Bueno, eso es todo. No es complicado, ¿verdad? Sólo implica estar un poco ATENTO en el día y dedicarle dos minutos por la noche, vamos, que se puede. Y de verdad que mola, os lo juro: que nos recuerden lo que hacemos bien nos gusta a todos, ¿no?
La clave secreta del ejercicio es que favorece que estemos atentos a los aspectos positivos del otro, en lugar de los negativos (porque recordarle, por la que hace catorce, que no ha bajdado la basura ya lo sabemos hacer muy bien, ¿no?)
Pues hala, polluelos, tenéis 7 días por delante para hacerlo. ¿Os animáis? Contadme... ¿váis a jugar al pilla pilla? #pillapillaparejil
Besos de madre terapeuta de pareja bloggera